Saturday, December 21, 2013

El porque de esas palabras de Jesus !!



Hay un momento culmine  de la muerte de Cristo que suele confundirse mucho, crear una mala interpretación, esto inclusive en muchos sacerdotes, diacónanos, Catequistas y laicos en general. Lo más sorprendente y que llama enormemente llama la atención es que son personas comprometidas con la Iglesia que se confundan, esto es la razón de comenzar a escribir estos artículos. La primera es;
Cerca de la hora nona Jesús clamó con voz fuerte, y dijo:
 “Éli, Éli, ¿láma sabajtháni?”,
La traducción del antiguo hebreo o quiere decir:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46; Marcos 15:34)”.
Las palabras de Jesús indican para muchos; que comprendía que “Yahvéhabía retirado su protección a fin de que se pusiera a prueba por completo su integridad como Hijo de Dios. Este es el planteamiento equivocado de muchos sermones y platicas.
Lo que “Jesús” está planteando;  es el Salmo 22 (21)
Del maestro de coro. Según la melodía de "La cierva de la aurora". Salmo de David.
1         Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás lejos de mi clamor y mis gemidos?
2         Te invoco de día, y no respondes, de noche, y no encuentro descanso;
3          y sin embargo, tú eres el Santo, que reinas entre las alabanzas de Israel.
4         En ti confiaron nuestros padres: confiaron, y tú los libraste;
5         clamaron a ti y fueron salvados, confiaron en ti y no quedaron defraudados.
“Vívida descripción de los sufrimientos”
6         Pero yo soy un gusano, no un hombre; la gente me escarnece y el pueblo me desprecia;
7          los que me ven, se burlan de mí, hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:
8          "Confió en el Señor, que él lo libre; que lo salve, si lo quiere tanto".
9          Tú, Señor, me sacaste del seno materno, me confiaste al regazo de mi madre;
10      a ti fui entregado desde mi nacimiento, desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios.
11      No te quedes lejos, porque acecha el peligro y no hay nadie para socorrerme.
12      Me rodea una manada de novillos, me acorralan toros de Bazán;
13      abren sus fauces contra mí como leones rapaces y rugientes.
14      Soy como agua que se derrama y todos mis huesos están dislocados;
mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mi interior;
15      mi garganta está seca como una teja y la lengua se me pega al paladar.
16     Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores;
taladran mis manos y mis pies
17     16c y me hunden en el polvo de la muerte.
18      Yo puedo contar todos mis huesos; ellos me miran con aire de triunfo,
19      se reparten entre sí mi ropa y sortean mi túnica.
Súplica para alcanzar la liberación
20      Pero tú, Señor, no te quedes lejos; tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme.
21      Libra mi cuello de la espada y mi vida de las garras del perro.
22      Sálvame de la boca del león, salva a este pobre de los toros salvajes.
Acción de gracias por la liberación
23      Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea:
24      "Alábenlo, los que temen al Señor; glorifíquenlo, descendientes de Jacob;
témanlo, descendientes de Israel.
25      Porque él no ha mirado con desdén ni ha despreciado la miseria del pobre:
no le ocultó su rostro y lo escuchó cuando pidió auxilio".
26      Por eso te alabaré en la gran asamblea y cumpliré mis votos delante de los fieles:
27     los pobres comerán hasta saciarse y los que buscan al Señor lo alabarán.
¡Que sus corazones vivan para siempre!
Alabanza final
28      Todos los confines de la tierra se acordarán y volverán al Señor; todas las familias de los pueblos se postrarán en su presencia.
29      Porque sólo el Señor es rey y él gobierna a las naciones.
30      Todos los que duermen en el sepulcro se postrarán en su presencia; todos los que bajaron a la tierra doblarán la rodilla ante él, y los que no tienen vida
31      glorificarán su poder. Hablarán del Señor a la generación futura,
32      anunciarán su justicia a los que nacerán después, porque esta es la obra del Señor.

Con esto Jesús nos está diciendo… ¡recuerden!, lo que está escrito,
¡se ha cumplido!